sábado, 18 de junio de 2011

Los Modos de Ganarse la Vida. Ignacio Molina

Dos parejas, sumergidas en la cuadrícula repetitiva de los protocolos urbanos, enfrentan y sobreviven a la mecánica de la cotidianidad. Su deriva en este universo en que todo parece fosilizado (las obligaciones, los diálogos, los desplazamientos) es el núcleo de esta novela de Ignacio Molina. Su mayor riqueza se encuentra en los intersticios por donde irrumpen leves irregularidades sobre la superficie de lo ordinario para convulsionar una estructura uniforme sólo en apariencia.
Los modos de ganarse la vida podría en una primera
instancia leerse como una epopeya de lo elemental, una hermenéutica de la rutina. Pero se trata más bien de
un entramado complejo en el que lo profundo y lo trivial confunden sus niveles, donde lo nimio y lo definitivo se fusionan hasta conformar un único discurso que encuentra su cifrado en la disección obsesiva del entorno.
Alternando puntos de vista y apoyado en la cautivante prosa que marcaba sus cuentos de Los estantes vacíos, Ignacio Molina presenta un revelador extrañamiento frente a lo más próximo.


Hace tiempo tenía curiosidad de leer este libro. Habia leído comentarios en suplementos culturales y me parecía interesante la referencia a la forma en que estaba escrito, recurriendo a lo coloquial, esto de mostrar lo rutinario. Sin embargo me daba un poco de miedo que se quedara tan sólo en eso. Y no fue así. Me gustó mucho. Trasciende con creces la rutina pero es desde allí desde donde nos muestra el cambio.
La premisa del libro es narrar la cotidaneidad, y lo hace de manera impecable, deteniéndose en pequeñas cosas con las que podemos sentirnos identificados: las empanadas de jamón y queso endurecidas que quedaron en la heladera, la espuma del dentífrico escurriendose por el lavabo, las apuestas de oficina,  las monedas para el colectivo, la forma de los pies de una mujer, la manera en va cambiando la fisonomía de la ciudad, las calles nocturnas, la espera de un colectivo....
Un libro absolutamente urbano, que respira ciudad. Que respira Buenos Aires.
Sin embargo, la novela va mas allá y se mete en un momento de crisis o de cambio en los personajes. Narrado desde el punto de vista de Luciano (primera y tercera parte, en primera persona y tal vez por eso, mucho mas intimistas y logradas) y Guillermo, dos amigos que se reencuentran después de varios años, la novela se centra en algunos meses en los que las vidas de dos parejas cambiarán, marcando tal vez el inicio de una etapa de adultez.
Siempre me resulta placentero leer compatriotas, porque hay ciertos códigos en común, especialmente en lo lingüistico, que hace que uno se sienta cómodo con la lectura. Este libro lo leí en dos días. La verdad es que me alegra encontrarme con estos nuevos talentos (Ignacio Molina nació en el 76, en una ciudad cercana a la mía, Bahía Blanca, y la editorial que publicó este libro también editó los fantásticos libros de Romina Paula) que renuevan el aire cultural de mi país.

6 comentarios:

  1. Aunque parece interesante por tratarse de un autor argentino y de mi misma edad, no creo que vaya a leerlo por ahora. Me están esperando los dos tomos de Ana Karenina.
    Besos.

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  2. Los nuevos narradores tienen todo un nuevo mambo. sobre todo la proximidad que sentimos en el uso del lenguaje. me dan muchas ganas de echarle un vistazo pero por ahora no me animo a comprar por miedo a llevarme chascos, esperaré a que la biblio pública los compre o bien un cambiaso temporal de libros con la profe de COE O LAS.

    saludos Valeria

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  3. Luciana:¡veo qe tenés lectura asegurada por largo tiempo! A mi Ana me cayó siempre muy antipática, y por eso creo que no llegué a completar los dos tomos, inclusive ni la aguanto en las películas...
    Mario: Te recomiendo especialmente la novela "Agosto" de Romina Paula. Te garantizo que no te llevarás un chasco, es excelente. LA leí yo, mi marido, mi mamá (profe de Letras), mi hermana... a todos nos pareció 10 puntos y además la han elogiado (con justicia) en todos los suplementos culturales.

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  4. él título me parece muy sugerente, lo tendré en cuenta a ver qué tal. bsos

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  5. Es reconfortante descubrir a autores jóvenes. Siente uno que accede a un secreto apenas compartido por otros, de momento ... Y más adelante poder decir: "lo conocí desde sus inicios" Un saludo

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